Era noche de martes
Y el encuentro con la luna
Era elixir de
los astros,
Tus labios rojos mágicos
Resplandecían con
El ruido de la música
En mi hombro;
Con tu cigarrillo encendido
Y las latas de cerveza
En el suelo vacio.
Tus dientes blancos
Brillantes perfectos
Encajaban con las estrellas
Del cielo oscuro negro
Y de repente
al despedirnos
Te bese bajo la lluvia
Y te preocupaste por tu labial
Que se te corría de los labios
Y de repente…
Nos fundimos en un
Abrazo de eterna noche
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