Era tan obvio
Lo que nadie sabia,
Era tan sincero
Lo que nuestros corazones sentían
Cada noche y los domingos
En tu habitación
Observando el oscuro cielo,
Escuchando esas
Buenas canciones
Que en tu voz
Se escuchaban mejor.
Era lo fantástico
De una realidad imposible,
Era la felicidad
Rodeada de tanta miseria,
Era la alegría
Que estaba en mis venas
Éramos solo tu y yo
Sin que lo supiera
Nadie mas.
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